Un viaje de agua hacia el bienestar profundo
Emerge en nuestro hammam es mucho más que un baño: es un recorrido sensorial que despierta el cuerpo, calma la mente y reconecta con lo esencial. El agua, en sus distintas formas y temperaturas, guía este viaje interior a través de un circuito cuidadosamente diseñado para equilibrar, relajar y revitalizar.
Las termas caliente y templada marcan el inicio de la experiencia: el calor penetra la piel, afloja la tensión muscular y promueve una circulación más fluida. A partir de ahí, el cuerpo se prepara para recibir nuevos estímulos. Chorros de agua y jets masajean profundamente; el pediluvio reactiva los pies; las piedras calientes y las camas de agua inducen un estado de descanso total.
El contraste térmico, tan importante en la tradición del hammam, se logra a través de la ducha fría de sensaciones: un estímulo refrescante que despierta los sentidos, tonifica el organismo y potencia los beneficios de todo el recorrido. La sauna y el baño turco completan la experiencia con su poder purificador, ayudando al cuerpo a eliminar toxinas y a encontrar un equilibrio interno más duradero.
En la sala de té, el tiempo se suaviza. El calor del té entre las manos y la quietud del ambiente permiten que el cuerpo repose y la experiencia se asiente. Cada visitante vive este recorrido a su manera, dejándose guiar por el ritmo del agua y su propio estado interior.
Conoce los productos de El Jardín de Hammam que incluimos en este servicio
En el servicio:
- Té en la sala de descanso: podrás disfrutar de una tetera preparada para hidratarte siempre que quieras.
En vestuario:
- Agua micelar: producto imprescindible para la correcta limpieza de tu rostro en el día a día.
- Crema corporal con activos hidratantes y revitalizantes: recupera el daño que sufre la piel gracias a los beneficios del aceite de oliva virgen extra orgánico.
- Crema facial de día: los activos orgánicos del olivo, el colágeno natural y el ácido hialurónico ayudarán a prevenir el deterioro diario.